Al extenderse su uso por Europa se practicaron diferentes variantes, hasta que los artistas italianos concibieron una funda de madera que mejoró su manejo. El grafito se cortaba en láminas y éstas, a su vez, en barras que se embutían en muescas largas practicadas en listoncitos de madera.
La fabricación en serie de lápices no comenzó hasta mediados del siglo XVIIIA, en los principios de la revolución industrial. Por entonces, es que Cumberland en Inglaterra y Nuremberg en Alemania se convirtieron en los dos grandes centros de manufacturación de lápices. El descubrimiento de yacimientos de grafito de gran pureza en Asia permitió a los fabricantes alemanes y franceses. En la actualidad es el principal centro de fabricación de lápices.
Rocas de grafito natural. El grafito es un carbón cristalizado, de tacto oleoso, que deja rastro al frotarlo contra una superficie dura.
Los troncos de cedro se cortan en bloques cúbicos y éstos en láminas. En cada lámina se practica una serie de surcos paralelos de un diámetro ajustado al diámetro de la mina del lápiz. Las minas se colocan en los surcos y toda la pieza se cubre con una lámina gemela, quedando ambas perfectamente encoladas. Este sándwich de minas se corta a tiras de madera que cada una contenga una mina: finalmente, se le da a cada tira la forma hexagonal, se esmalta o barniza su superficie y se afila.
ES INTERESANTISIMO CONOCER SOBRE LA HISTORIA DE ESTOS ELEMENTOS, :) ME GUSTO
ResponderEliminarCoincido con Deborah en su opinión que interesante la historia de estos materiales,muy oportuna su inclusión en el blog Felicitaciones Stefany
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