Probablemente, éste sea el utensilio de dibujo más primitivo. Es también el más inmediato: un pedazo de madera carbonizada que deja marcas negras sobre un soporte. Los carboncillos modernos son pedazos de ramas de sauce carbonizadas mediante combustión lenta, de manera que toda la madera se carboniza por igual, tanto en la superficie como en el interior de la rama. Las ramas no deben presentar nudos sino ser completamente homogéneos para evitar partículas duras que podrían rayar el soporte. El trazo, de una tonalidad casi negra, debe ser suave y denso y no presentar discontinuidades.
LOS CARBONCILLOS SE COMERCIALIZAN EN DIVERSOS GROSORES, SEGÚN EL TAMAÑO DE LAS RAMAS DE SAUCE EMPLEADAS EN SU ELABORACIÓN.
LAS BARRAS DE CARBONCILLO NO DEBEN PRESENTAR NUDOS EN SU SUPERFICIE, PUES LAS PARTÍCULAS DURAS QUE CONTIENEN RAYARÍAN EL PAPEL.
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